24 jun 2017

Mi ciclo del agua

El calor de la vida me acogió en la infancia; fui gas que se elevó entre los hombres comunes, bailando a su alrededor, volando entre imposibles, penetrando en los lugares prohibidos, y acechando a las estrellas, que también eran gases de colores.
Pero el tiempo pasa, y me voy enfriando; ahora soy líquido, fluyendo a través del camino de la existencia, y en mi haber cuento con la sabiduría de los años que quedaron atrás. De mi ser se alimentan aquellos que me acompañan, a mi lado nada la esencia de los sueños, y juntos vamos erosionando las rocas que pretenden aprisionar nuestra voluntad.

Más tarde, mis días se agotarán, y cada vez hará más frío; me convertiré en hielo inerte, estancado, a la deriva, como el mundo que me acoge. Inmóvil, observaré paciente, esperando ver en el horizonte el anuncio de esa llama que me devolverá al estado inicial. 

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